Bien,
ese viajecito suyo no quedaría registrado en los anales de sus favoritos, Érida
bajó del Airbus mareada y lo suficientemente feliz de pisar tierra firme, que
pasó olímpicamente de las risas de algunos otros viajeros que sí que parecían
acostumbrados a la locura que era aquello.
--¿Tú
primer viaje a la periferia guapa?
Un
joven que seguramente no podía ser mucho mayor que ella se le había acercado,
este se había pasado todo el viaje mirándola de reojo y controlándola, por lo
que a su vez ella misma lo había controlado a él.
Se
había quedado con su cabello corto y algo ondulado de color rubio platino, con
sus ojos verdes de infarto y con su media sonrisa de pícaro consumado. Contaba
con una constitución fuerte que lo hacía aparentar más edad de la que le
revelaban sus acciones.
--Y
el último.
Señaló
Érida sin un atisbo a duda, este rompió a reír escandalosamente, llamando la
atención de varios transeúntes que no escatimaron una mirada curiosa en su
dirección:
--Eso
dices, pero una vez entras aquí, sus encantos suelen seducir a más de uno.
La
sonrisa que le dedicó le hizo comprender enseguida que él, era parte de esos
encantos, o se creía entre ellos, rodó los ojos fastidiada, ya sabía tratar con
tipos como este, Grey sin ir más lejos, se creía irresistible, y seguramente
entraría en ese canon, ojos azules y pelo rubio, fuerte y decidido, pero su
forma de ser lo perdía, sobre todo porque no escatimaba a la hora de herir.
--Seguro
que sí, si me perdonas estoy buscando a alguien.
Este
vaciló un poco su sonrisa y se tensó un poco:
--¿A
alguien?, ¿quizás a tu novio?
Érida
sonrió, sí, sería mucho más fácil decir algo así, tenía que describirlo y
difícilmente podría decir que era su hermano:
--Así
es, ¿tú eres nativo de aquí?
El
chico la miró extrañado y dijo:
--Nativo,
sí, puedes decirlo así, ¿cómo es ese novio tuyo?, ¿qué edad tiene?
Érida
hizo memoria sobre lo que Miranda le había dicho de Jake y declaró:
--Quince,
es pelirrojo y de ojos grises, no sé muy bien si aún tendrá el pelo corto o se
lo ha dejado crecer, hace algo de tiempo que no lo veo.
--¿Y
tiene nombre ese novio tuyo?, Si de verdad tiene quince seguramente lo conozco,
conozco a todos los de aquí.
--Jake,
su nombre es Jake.
Este
la miró fijamente durante largo rato, y tras unos instantes sonrió, pero no era
la sonrisa anterior:
--Jake,
el viejo Jake, sí, claro que lo conozco, ¿quieres que te lleve con él?
--¿Y
no puedes ir a buscarlo y traerlo aquí?
El
chico amplió su sonrisa, se acercó a ella y declaró:
--Ambos
sabemos que eso no es posible.
Tragó
saliva ante sus palabras, ¿sabría lo de la recompensa que se daba por ese
chico?
--Creo
pequeña que podemos sernos muy útiles uno al otro, y que ambos podemos sacar
provecho de esto, ¿qué me dices?
Este
extendió un poco su mano y ella la miró de reojo para después fijar sus ojos en
los de él, alargó su propia mano y en cuanto hizo contacto con la de él este
volvió a sonreír.
--Perfecto,
ambos hemos tenido la misma idea, veamos si Jake está por los alrededores, no
queremos que tú “novio” se pierda por mucho tiempo.
*
* *
El
frenazo había sido tan súbito y repentino que ni Mar, ni Jake se habían podido
agarrar a tiempo de impedir tremendo golpe en sus frentes, aturdidos, y
mareados, ambos fueron sacados del auto de Juan con muy poca delicadeza.
--Cuatro,
¿y qué puede traerlos a estos rincones tan recónditos de Londres?
Jake
aún no se recuperaba del golpe, por lo que no podía ni ver al sujeto que estaba
hablando:
--No
son solo cuatro, traen una cola muy hermosa tras ellos, como siete autos de las
Fuerzas de Seguridad.
--Esa
es sin duda una cola interesante, ¿dónde se encuentran?
--No
demasiado lejos, es bueno saber que aquí no nos encontrarán, pero ese auto está
registrado, o nos deshacemos de él, o nos encontrarán rápido.
--¿Deshaceros
de él?, de eso ni hablar, casi me quedo sin suministros por…
Comenzó
a decir Juan con miedo tiñendo su voz, más lo interrumpieron:
--¿Alguien
te ha dado permiso para hablar?, por vuestra culpa ahora los límites no son
seguros, ¿crees que tienes derecho a quejarte por esto?
--Si
nos dejáis marchar el problema para vosotros terminará, solo vinieron por
nosotros, nos marcharemos y…
Una
risa se escuchó en el lugar cortando las palabras de Mar.
--No
cielo, esto no funciona así, verás, no somos estúpidos, y queremos el precio
por pasar por aquí.
--¿Precio?
Quiso
saber el abuelo, Jake ya comenzaba a recuperarse del mareo y ahora sí podía
fijar su vista. Se encontraban en una especie de fábrica, rodeados por una
veintena de personas de diversas edades y sexos, los miraban todos como
intrusos, aunque no podía culparlos, realmente eran eso.
Juan
había tenido que parar al encontrarse con que no podía seguir, no sabían el
motivo pero solo les dejaba ir a la derecha, de repente había perdido el
control del auto y se habían encontrado siendo guiados a ese lugar, y ahí
estaban, metidos en problemas otra vez.
El
tipo que hablaba con ellos, era de una constitución descomunal, y una altura
que pasaba del promedio medio, ¿quién demonios eran todos esos?
--Maldito
día para levantarse de la cama.
Masculló
Jake con fastidio, sus tres acompañantes lo miraron como perdidos, pero no le
importó, realmente, poco le importaba ya:
--Sí
viejo, has oído bien, precio, verás, ese auto vuestro posee un motor que solo
puede funcionar con generación esporádica de energía gen-mod, y resulta que de
eso escasea por aquí, pero mira por donde, este pequeño tiene suministros más
que de sobra para sobrevolar el desierto del Cantábrico y llegar a la “Nueva
Europa.”, Y eso es mucha energía gen-mod.
Jake
se maldijo interiormente, se sentía tan contento de haber podido escapar de
Miranda que al ayudar a Mar a proporcionar energía al maldito auto, por lo
visto se había pasado. Sintió la mirada de Mar sobre él, el abuelo y Juan
tuvieron la precaución de no secundar la misma, aunque estaba más que seguro
que ambos estaban entre sorprendidos y asustados con ese descubrimiento.
--¿Y
qué con eso? –masculló el abuelo fastidiado.
--Verás
viejo, nosotros necesitamos gente que nos ayude con algunas cosillas que
tenemos entre manos, cualquiera de vosotros que no posea el gen podrá marcharse
de aquí.
--¿Y
si alguno de nosotros lo posee?
Jake
miró a Mar fulminándola con la mirada, ¿acaso era idiota?
--Entonces
esa persona será el precio que pagaréis para poder continuar si así lo deseáis
preciosa.
Tanto
Juan como el abuelo se pusieron rápidamente en pie, Mar parecía no ser capaz de
moverse y él realmente no estaba muy seguro de que hacer, no había permitido
que Miranda se hiciese con él, no pensaba dejar que otros lo hicieran, sería
libre, ¿por qué nadie quería respetar eso?
--Nos
iremos todos.
Declaró
Juan sin más, el sujeto que estaba hablando sonrió de forma irónica y miró a
sus acompañantes, antes de que Juan pudiera prever lo que iba a pasar, Jake vio
como se doblaba por la mitad, el tipo le había propinado un fuerte golpe en el
estómago con una barra de hierro.
Mar
se tapó la boca rápidamente alarmada, el abuelo y él mismo se acercaron a Juan
para ayudarlo.
--¿Qué
demonios hacéis?, estás loco hombre.
Recriminó
el abuelo alarmado e intentando sostener a Juan:
--Yo
no viejo, y sería mejor que le digas a tú hijo que se deje de ser valiente, eso
no le servirá de nada. Bien… viendo vuestras reacciones anciano, deduzco que
uno de los jovencitos es el ganador. ¿Será la pequeña damisela, o el muchacho
que os acompaña?
Jake
lo miró furioso, e iba a decir algo cuando Mar intervino:
--Yo,
yo poseo el gen, ¿si me quedo dejaréis ir a los demás?
--NO,
¿Qué dices pequeña?, es mentira, esta… -Mar interrumpió al abuelo que había
comenzado a ponerse nervioso:
--Déjalo
ya abuelo, puedo demostrar en un momento que digo la verdad.
--¿Quieres
callarte?, ¿acaso te has vuelto loca? –Inquirió Juan con cierto esfuerzo:
--No,
sé muy bien lo que hago, vosotros tenéis que seguir adelante, no me sucederá
nada. Tienes que confiar en mí abuelo.
Mar
miró a este como desesperada, y convencida de sus palabras:
--Una
chica valiente, bien, es justo… ella se queda y vosotros seguís adelante.
Jake
no podía actuar, ¿en qué estaba pensando Mar?, ¿por qué se sacrificaba por él?
--¿Qué
pretendéis hacer con mi nieta?
Preguntó
el abuelo asustado, Jake miró a Mar y descubrió que una mujer se acercaba a
ella y la sujetaba de uno de sus brazos para alejarlos de ellos, sin entenderse
a sí mismo, pero sabiendo que si ella se separaba de ellos, el abuelo sufriría
lo indecible, soltó a Juan y alargó su mano, cogió la de Mar y tiro con fuerza
de ella:
--No,
ella no se separa de nosotros.
El
gigantón no tardó en tomar la palabra de nuevo:
--Chico
estúpido, ¿acaso quieres probar lo mismo que este de aquí?
Empujó
a Mar contra Juan y el abuelo y se puso frente a este, se irguió todo lo largo
que era y mirándolo con los ojos entrecerrados declaró:
--Inténtalo
si te atreves.
--Los
tienes bien puestos mocoso, quizás ha llegado la hora de enseñarte tú lugar.
Se
preparó para recibir el golpe pero este no llegó, ante él apareció una trenza
negra que le nubló la vista y por sorprendente que pareciera una vara alargada
había parado la barra de hierro que el sujeto sostenía.
--No
serás tú quien haga eso Marcos, me temo que esta gatita que me acompaña no está
dispuesta a que eso pase.
Además,
tengo cierto interés en ese sujeto.
Todos
miraron hacía el mismo lugar, y Jake abrió los ojos al máximo, antes de que
nadie pudiera darse cuenta de lo que estaba pasando, saltó hacía atrás y apartó
a la chica que había detenido el golpe del grandullón.
Un
boquete apareció en el lugar donde se encontraba él, miró este y seguidamente
se fijó en el recién llegado:
--¿Qué
demonios?
Este
formó una sonrisa en su rostro y con cierto sarcasmo declaró:
--Cuanto
tiempo Jake, ¿qué, has venido a buscarme?
Jake
no podía creerse lo que veía, de repente unos ojos azul aguamarina se
interpusieron entre él y el chico de ojos color verde que lo había atacado:
--Así
que aquí estabas Jake.
La
chica tenía una vara ante ella, y sonreía torcidamente mientras lo miraba
detenidamente, a su lado se colocó quien acababa de atacarlo y frunció el ceño,
¿qué significaba eso?
--¿Qué
haces tú aquí?, creía que habías decidido perderte por siempre.
Inquirió
dirigiéndose al muchacho ante él, este lo miró enfadado:
--Y
eso hice, pero aquí estás tú, ¿acaso tú maldita hermana no se rinde nunca?,
esperaba que mandara a un sicario en cualquier momento, pero no me esperaba que
fueras a ser tú.
--Yo
no…
No
pudo terminar de hablar, pues este se tiró contra él, recibió un puñetazo en la
mejilla y enfadado respondió con otro, este lo cogió cuando perdió el
equilibrio del mono que llevaba y ambos se enredaron a golpes tirados en el
suelo.
Todos
observaban la escena perdidos y confundidos, Jake consiguió hacerse con el
control de la pelea y propinándole un fuerte puño en la mejilla declaró:
--Maldito
indeseable, por tu culpa murieron Saray y Eliot.
Entre
sorprendido y furioso el otro respondió:
--¿Mi
culpa?, di mejor por la tuya y la zorra de tú hermana.
Jake
recibió tal puñetazo en la nariz tras esas palabras que la vista se le cegó,
cayó al suelo quejándose del dolor, y seguramente este le habría propinado otro
golpe sino fuera porque lo detuvieron.
--Ya
está bien Nólan, ¿qué demonios te pasa?, es la primera vez que te veo usar los
puños.
Quien
había intervenido era el fortachón y aparentaba estar realmente sorprendido de
ver la forma en que Nólan estaba actuando, sin embargo para Jake no era nada
nuevo, su relación con él nunca había sido de las mejores realmente.
--Es
lo único que vale aquí, y suéltame, no he terminado con ese sujeto.
Recriminó
Nólan intentando soltarse.
--Yo
creo que sí.
Jake
miró confundido a la chica desconocida de cabello negro, ¿quién demonios era
ella?, ¿por qué lo protegía y a la vez quería pelear contra él?, ¿A qué venía
que interviniera en esa pelea colocándose delante de él?
--Lo
siento pequeña, pero tú noviocito no se irá de aquí.
Sentenció
furioso y decidido Nólan:
--Entonces
estás buscando la ruina para todos los presentes aquí, yo soy el precio a pagar
para que ellos se vayan Nólan.
Nólan
miró hacía quien acababa de hablar y pareció terriblemente confundido:
--¿Mar?,
¿qué demonios estás haciendo tú aquí?, venía de la ciudad, llevo buscándote
desde ayer, pasé por el taller de ese abuelo tuyo, pero el lugar está hecho
pedazos, temí que esa arpía te hubiese localizado.
--A
mí no, a él. Nólan ese es el chico del que te hablaba.
Si
Nólan ya estaba sorprendido, ahora sin duda estaba estupefacto, miró hacía Jake
y de nuevo a Mar:
--¿Él?,
¿ese sujeto es el que lleva casi tres años viviendo con tú abuelo?
Mar
asintió a sus preguntas y todos vieron como este se soltaba del agarre que
tenían sobre él y lo miraba ahora a él:
--¿Qué
significa esto?
Jake
lo miró molesto:
--La
noche que hiciste estallar las cocinas y que Saray y Eliot murieron, conseguí
deshacerme de la gen-delator, Miranda estaba desesperada buscándote y se olvidó
de mí por unos minutos, no lo pensé, y cuando quise darme cuenta ya me había
colado en un Airbus y volaba derecho a cualquier lugar lejos de ella.
Saray
y Eliot deseaban acompañarme, pero ellos no lo lograron, Saray decía que solo
deseaba que tú hubieses conseguido tú propósito, me contó lo que habíais hecho
entre los tres, el indeseable de Grey fue quien atrapó a Eliot, no tuvo
oportunidad posible, Grey era mejor.
Nólan
y Jake intercambiaron una mirada cargada de seriedad, nadie a su alrededor
entendía o sabía de qué estaban hablando ellos, y Érida los miraba más perdida
que ninguno, esa historia era diferente a la que ella había escuchado, y sin
embargo cuadraba más con la personalidad del Grey que ella conocía.
--¿Saray
dijo eso?
Escuchó
que decía Nólan en un susurro:
--Grey
estaba furioso, no podía creerse que su hermana formara parte de todo aquello,
pero Saray murió al estallar la segunda gen-motor, la energía que desprendió
esta fue demasiada, no pudo absorberla toda.
--¿Entonces
qué hace aquí Miranda?
--Venir
a por Jake, por eso huíamos, lo ha encontrado.
Nólan
guardó silencio por unos momentos y seguidamente miró a Mar:
--¿Cuál
era vuestro plan?
Juan
fue quien contestó esa pregunta:
--Quería
llegar lo más lejos posible de aquí, quizás cruzar el desierto Cantábrico y…
Nólan
negaba ante todo eso y sonreía burlonamente:
--Esa
es una manera de entregarle el premio, será mejor que me sigáis.
--¿Seguirte?
Escuchó
que preguntaba Mar perdida:
--No
me agrada ayudar a este indeseable, pero en fin, tú eres otra historia, y tú
abuelo aparenta no querer ir a ninguna parte sin que Jakito venga con nosotros.
--No
me digas así.
Recriminó
Jake molesto, Nólan lo ignoró y comenzó a caminar:
--¿Y
qué pasa con esta gatita que te acompañaba?
--Por
supuesto ella también viene, no querrá separarse de su novio, incluso lo ha
seguido hasta aquí.
Algunos
soltaron unas risitas ante las palabras de Nólan, pero ni Mar, Juan él mismo o
el abuelo las secundaron, ¿a qué se refería este?
--¿Novio?
Preguntó
el abuelo sin comprender, todos a una miraron a la chica y esta aguantó todas
las miradas, cuando Jake la miró fijamente, esta soportó su mirada pero sus
mejillas se tiñeron de rojo, cuando la vergüenza no parecía ser soportable
apartó al fin sus ojos de él:
--Sí,
al parecer la gatita quiere tanto a Jake que ha venido en su búsqueda
completamente sola y sin nadie que la proteja. –comenzó a decir Nólan, no
obstante se detuvo unos segundos para sonreír de medio lado: --Craso error,
pues los límites nos pertenecen a nosotros y una vez se entra, no se puede
salir, no puede decir que no se lo avise.
La
chica miró a Nólan sin comprender:
--¿De
qué estás hablando?, yo debo regresar, me están esperando, no puedo…
Nólan
cortó su retahíla de palabras con un gesto despectivo con su mano:
--Pequeña,
tú sola has entrado en la boca del lobo, y este no deja escapar a ninguna
presa.
Enfadada
la chica caminó hasta Nólan para encararlo, Jake contuvo una sonrisa, parecía
ser una chica de armas tomar:
--Yo
no soy presa de nadie, y nadie me impedirá largarme de aquí si así lo deseo.
Nólan
se paró para mirarla fijamente, Jake hizo exactamente lo mismo:
--¿Por
qué no la dejas ir?, no servirá de nada que nos acompañe, tan solo puede
crearnos problemas.
Escuchó
que decía el grandullón (Marcos creía recordar que lo había llamado Nólan) que
antes quería golpearlo a él:
--Porque
la gatita también posee el gen-mod.
La
muchacha abrió los ojos al máximo sorprendida por sus palabras:
--¿Cómo…?
Nólan
sonrió aún más:
--¿Cómo
lo sé?, no era una presa tan codiciada por nada, esa bruja me quería atado en
corto porque soy capaz de descubrir quien posee el gen, y tú gatita, lo posees.
Hola! Veo que sigues la iniciativa que ha propuesto Cristina en su blog, yo tambien la sigo y aqui estoy, conociendo y siguiendo blogs. Te sigo!
ResponderEliminarPasate por el mio!
Un beso!