BIENVENIDOS

Bienvenidos a este rincón literario, en el que la obra que nos ocupa es
una creación aún en desarrollo a modo de blog novela, donde volando décadas
hacia un futuro que un día llegará, descubrimos una sociedad altamente
tecnificada, pero en la que aún sigue existiendo un gran abismo social entre
unos y otros...más aún si desarrollan una mutación de un gen que les permite
hacer cosas excepcionales -Los avariciosos no lo podrían dejar
pasar...


Poneos cómodos...y cuidado con quién descubre qué secretos duermen en vuestro código genético.

Lucy F - Rosy Martínez Tello

domingo, 16 de diciembre de 2012

IX - CONVERSACIÓN EN LA NOCHE:



Jake despertó sobresaltado y sudando frio, ¿por qué había soñado con eso?, intentó llevar su mano hasta su rostro, pero se encontró con que Mar estaba apoyada sobre él.
Con cuidado de no despertarla la apartó y la dejó descansando contra el hombro de Nólan, miró a este unos segundos, ¿cómo era posible que se hubiesen vuelto a encontrar?
Y lo peor es que estaba seguro que su relación no mejoraría en lo más mínimo, miró al frente, el abuelo y Juan dormían plácidamente, volvió su vista a Nólan y notó que faltaba alguien en el coche, ¿dónde estaba la chica de cabello negro?
Miró a su alrededor, aún era de noche, ¿habría escapado?, desde un principio ella no deseaba viajar con ellos, pero tampoco es que pudiera ir demasiado lejos en pleno desierto.
Intentando hacer el menor ruido posible abrió la puerta del auto y salió, lo primero que hizo fue encogerse sobre sí mismo, hacía un frío de mil demonios.
Se metió las manos en el mono que aún llevaba del taller, el taller, seguramente ya no existiría, miró de nueva cuenta al auto, nunca debió entrar en la vida del abuelo y su nieta, se la había arruinado.
Suspiró, ya no había vuelta atrás, ahora solo podría protegerlos a ambos, pero, ¿cómo?, Miranda acababa de demostrar que podía dar con él, ¿cómo lo habría hecho?
Comenzó a alejarse y buscó en la oscuridad alguna señal de la otra chica, se sorprendió al descubrir una luz a cierta distancia, caminó con cuidado hasta ella y vio a la muchacha sentada en la arena, mirando su vara, la cual estaba clavada en la tierra, era de esta de donde salía la luz.
Con esa simple luz sobre ella, parecía más un fantasma que una muchacha, la miró fijamente, estaba seguro de que no la había visto en su vida, ¿de dónde había salido?
La muchacha alargó la mano hacía la luz que desprendía la vara e hizo girar sus dedos sobre la misma, formó una sonrisa en sus finos labios mientras veía las sombras que sus dedos hacían sobre la arena.
Jake la miraba intentando comprenderla, podía escapar, de hecho podría haberlo hecho, ¿por qué seguía ahí?
Cansado de tantas preguntas se acercó a ella, cuando estaba por poner una mano sobre su hombro, se quedó helado al encontrarse con que había agarrado la vara y ahora esta se encontraba bajo su cuello, la luz que desprendía hacía unos momentos desapareció:

--¿Qué crees que haces?
Escuchó que ella le preguntaba, puso ambas manos hacía arriba en señal de paz y dijo:
--¿Quién eres tú?, Nólan no para de decir que eres…bueno…: --Se sintió incómodo y prefirió no seguir por ahí: --cuando realmente es la primera vez que te veo en mi vida.
Ella no bajó la vara de donde la tenía y Jake pudo ver sus ojos fijamente, eran de un color aguamarina, y a la luz de la luna, parecían oscurecerse.
--Le dije eso para que me ayudara a encontrarte, pero parece que piensa que con esto nos molesta a ambos, ¿se cree divertido?
Sonrió con cierta indiferencia y se encogió de hombros:
--No lo conozco a fondo, solo su lado más violento, nunca hemos sido amigos.
--Y no obstante viajáis juntos, y tú pareces ser muy manso, nada comparado a lo que se dice de ti.
--¿Qué se dice de mí?
--Muchas cosas, pero sobre todo que eres peligroso.
--Y lo soy. –sentenció de forma fría y decidida: --No te lleves a engaño, no soy un niño bueno, que me comporte mansamente solo responde a que no estoy dispuesto a que hieran al abuelo por atraparme a mí.
Y tampoco a Mar, ambos se han portado bien conmigo, que no le demuestre a ella que la aprecio, no quiere decir que no lo haga.
Para su sorpresa la chica fue retirando la vara poco a poco de su cuello, antes de darse cuenta la tenía frente a frente, tuvo que agachar su cabeza para verla a los ojos, del mismo modo que ella tuvo que levantar la suya para verlo a él.
--Mi nombre es Érida, Jake, y me gustaría poder ayudarte.
Extrañado la miró en silencio durante un buen rato:
--No me fio de gente a la que acabo de conocer, no esperes simpatía por mi parte, y a la vista de lo de esta tarde, no creo que encuentres simpatías entre la gente a la que vamos a conocer.
Érida formó una sonrisa ladeada:
--Te voy a contar algo sobre mí Jake, soy una chica a la que le gustan los retos.
Dejándolo ahí parado, Érida se marchó, Jake no se giró a ver si volvía al auto o si iba a otro lugar, había algo que no terminaba de gustarle de esta.
***
Érida llegó donde el auto y miró hacía atrás, se sentía molesta, pese a que ese muchacho era hermano de Miranda, no se parecían en nada.
Miranda era más simpática, y sobre todo mejor persona, a ella la había ayudado desde que la conocía, incluso si ahora era capaz de hacer lo que hacía, era gracias a Miranda y los suyos.
¿Por qué ninguno de los que había conocido parecían comprender que nada era como ellos lo veían?
Miranda los ayudaba, les daba una forma de poder existir entre los humanos corrientes, sabía de sobre como trataban estos a los gen-mod, lo recordaba muy bien.
Eran fríos y crueles, los golpeaban sin compasión y estaban dispuestos a matarlos si hacía falta, Miranda los protegía, ¿cómo era posible que su propio hermano no lo entendiera?
Recordó lo que Jake había dicho sobre la muerte de Saray, la que era hermana de Grey, ella conocía la historia, pero era ligeramente diferente, Grey le había contado que Jake había matado a su hermana menor, le dijo que intentó detener a este de huir, pero que Saray no había sido adversaria para él, el otro chico Eliot, era amigo de Saray desde que eran pequeños, por eso quiso cobrar venganza, pero Jake también había terminado con este.
Grey le había asegurado que para Jake no presentaba ninguna dificultad matar a alguien, pues ya con ocho años había matado a sus padres.
Le habló sobre lo que Miranda había hecho por Jake, que lo sacó del hospital y le dio un hogar, que le brindó protección, y él le pagó casi matándola.
Pero en esa historia había una laguna, Nólan no aparecía.
Miró al interior del coche y descubrió a todos durmiendo plácidamente, miró al abuelo y al otro, a Juan, ¿por qué estaban ellos protegiendo a un asesino?, ¿y por qué este a su vez deseaba proteger a ese anciano y a su nieta?
Miranda sin duda lo haría mejor, Mar podría convertirse al fin en la amiga que siempre había deseado tener, y juntas harían a Miranda feliz.
Miró a Nólan y a Mar, ambos dormían plácidamente, como si realmente no estuviesen cometiendo un delito, ¿por qué esa tranquilad en sus semblantes?, ¿por qué esa paz si podían ser asesinados por lo que estaban haciendo?, incluso quizás hasta por la misma persona a la que querían proteger.
Abrió la puerta del auto y entró en el mismo, se sentó al lado de Mar, empujó a estos para que Nólan quedara contra la otra puerta, viajaría con ellos hasta que volvieran a los límites de la ciudad, allí buscaría la forma de regresar con Miranda y poder volver a casa.
Se acomodó en el asiento y miró hacía la oscuridad de la noche, no muy lejos del coche y mirando fijamente al cielo, pudo ver la figura de Jake, lo contempló hasta que lentamente cayó rendida al sueño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario