Abrió
los ojos cansado al notar el aire sobre su rostro, estaban en marcha una vez
más, ¿cuándo había él vuelto a entrar en el coche?
Se
removió incómodo, alguien estaba abrazándolo, y lo tenían aplastado contra la
puerta, bostezó y cerró de nueva cuenta los ojos, necesitaba dormir un poco
más.
--Vaya
al fin que despiertas, ¿qué estuviste haciendo ayer por la noche Lobo Gris?
Se
removió un poco y se giró, al abrir los ojos se quedó petrificado, Érida se
encontraba echada sobre él, su rostro a muy poca distancia del suyo, y sonreía
mientras dormía.
Al
mirar un poco más haya, se encontró a Mar pegada a Érida y a Nólan con una
marca roja en el rostro y con cara de pocos amigos:
--Yo,
hey, tú, despierta.
Removió
a esta para quitarla, pero lo único que consiguió fue que se acomodara más.
--Maldita
mocosa, oye, suéltame.
Replicó
molesto, para su sorpresa Mar se sumió a sus intentos, tiró de Érida y pareció
conseguir despertarla:
--¿Qué
pasa?, ¿qué hora es?
--Eso
no importa, ¿qué haces en mi sitio?
Recriminó
Mar enfadada, Jake se alejó de esta y se acercó a la puerta aún más pese a que
eso no era posible.
--Ayer
me desperté, estuve un poco con Jake y cuando regrese estabas tan pegada a
Nólan que no quise despertarte, así que me acosté a este lado.
--¿Qué
estuviste con Jake?
Preguntó
con tono pícaro Juan, quien había recuperado su sitio de conductor y a quién
descansar le había sentado muy bien.
--Nada
de eso, y tú no digas cosas que se puedan entender mal, ella se marchó sola, yo
me desperté en mitad de la noche y me la encontré.
--¿Por
eso estabas abrazado a ella esta mañana?
Escuchó
que decía Nólan aún con más cachondeo que Juan en la voz:
--Tú
cállate, maldita sea, ni siquiera recuerdo haberme metido en el coche.
Su
comentario hizo estallar las risas de todos menos de Mar y él mismo:
--Devuélveme
mi sitio.
Sentenció
Mar tirando de Érida:
--¿Qué
más te da?, yo ahora no me cambio, quiero seguir durmiendo.
--De
eso ni hablar, quiero mi sitio junto a Jake.
--Jake,
Jake, maldita sea, ¿qué te pasa conmigo últimamente Mar?, ¿te hice algo?, no
entiendo a qué viene que no quieras ni acercarte a mí.
--¿Por
qué tienes roja la mejilla Nólan?
Preguntó
Érida de repente cortando la discusión que seguramente se formaría entre Mar y
Nólan, este enrojeció y Mar también, Juan y el abuelo rompieron a reír
divertidos.
En
un arranque de enfado, Mar tiró tan fuerte de Érida que esta perdió el equilibrio
y cayó contra Jake, el cual, sin querer le dio al mecanismo que abría la
puerta, sumamente sorprendido y sin ser capaz a reaccionar a tiempo, Jake
resbaló por la puerta, Érida resbalo con él.
Juan
y el abuelo maldijeron, mientras Nólan y Mar gritaron e intentaron coger la
mano de Érida.
Jake
se encontraba agarrado de la puerta y al ver que Érida caía más y más la agarró
de la cintura pegándola a él, esta consiguió agarrarse también a la puerta:
--Maldita
sea, no puedo controlarlo.
--Pues
mejor que lo hagas Juan, y vosotros dos ayudadlos.
El
abuelo sonaba colérico:
--No
podemos, no tengo tanta fuerza.
Jake
miró hacía abajo alarmado, Érida hizo lo mismo y Jake pudo ver que perdía el
color, un grito casi ensordecedor escapó de los labios de esta.
Estaba
apunto de soltar su agarre cuando Jake la detuvo:
--Si
lo haces caerás, y créeme la caída no te gustará para nada.
--No
me sueltes, por favor no me sueltes.
La
escuchó suplicar, Mar consiguió agarrar al fin la mano de Érida, Nólan la
sujetaba a ella con fuerza:
--No
se te ocurra mirar Nólan.
--Maldita
sea, ¿quieres dejarlo ya?, coge a esos dos antes de que nos estrellemos.
El
auto dio un volantazo:
--Me
quedo sin energía, maldición, vamos a caer.
--Agarra
ese volante Juan.
Sentenció
el abuelo, y él mismo agarró el volante junto con Juan.
Nólan y Mar, consiguieron subir a Érida al
auto, pero en su subida, esta golpeó sin querer a Jake, horrorizado Jake vio
como su mano se soltaba de la puerta del auto.
Las
voces de todos se apagaron a su alrededor, y solo el pitido en sus oídos era
audible, el miedo lo recorrió mientras caía al vacío, ni siquiera podía tener
la vaga esperanza de que cayera encima de otro auto, ¿quién viajaría por el
desierto cantábrico?
En
un arrebato de clara desesperación y miedo, Jake tembló dejando escapar de él
parte de la energía que su gen-mod producía.
Escuchó
varias alarmas estallar, y antes de darse cuenta se encontraba tirado en el
suelo viendo ante él un cielo metálico, completamente diferente al azul que
unos segundos antes estaba observando:
--¿Cómo
demonios ha conseguido hacer eso?
Escuchó
que alguien preguntaba a su alrededor, pero su cuerpo ya no respondía y cayó
inconsciente, al menos seguía con vida.
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